El Distrito de PR de La Alianza Cristiana y Misionera desea honrar a hombres y a mujeres cuyo fiel servicio al Señor nos trajo hasta aquí. Si no hubiera sido por su pasión por anunciar el evangelio y su celo por ver una iglesia vibrante y pujante, pocos de nosotros estaríamos aquí. Esa generación luchadora produjo a aquellos que fueron nuestros pastores y líderes espirituales en épocas realmente duras, por lo que al mirar su legado y el fruto de su trabajo celebramos emocionados que su ministerio no fue en vano. Honramos su sacrificado servicio y damos gracias a Dios por sus vidas.

¿QUIÉNES SON ESTOS OBREROS?

Ellos y ellas son, en palabras del inspirado escritor a los Hebreos, "esa gran nube de testigos" que la iglesia contemporánea tiene ante sí, y que como aquella compuesta por los legendarios héroes de la fe de Israel, nos animan ahora a correr bien la carrera que tenemos por delante. Sigamos su ejemplo de fe, e igual que ellos pongamos los ojos en Jesús. 

Eugene Peterson lo expresa muy atinadamente en su Paráfrasis de Hebreos 12:1-3,"¿Pueden ver qué es lo que todo esto significa - todos esos pioneros que allanaron el camino, todos esos veteranos en la vida de fe vitoreándonos? Significa que tenemos buenísimas razones para echar el resto. Subámonos bien las mangas, comencemos a correr - y ¡jamás nos  rindamos! Procuremos no llevar a cuestas grasa espiritual de más, ni parásitos de pecado. Fijemos la mirada en Jesús, quien comenzó y terminó esta carrera en la que estamos. Pero estudiemos bien cómo lo hizo. Debido a que nunca perdió de vista hacia donde se dirigía - esa exuberante meta prometida en y con Dios - pudo sobreponerse a cualquier cosa en el camino: cruz, vergüenza, lo que fuera. Y ahora está allí, en el lugar de honor, a la derecha de Dios. Cuando se descubran flaqueando en vuestra fe, repasen esa historia nuevamente, evento tras evento, esa larga letanía de hostilidad que él soportó. ¡Eso infundirá adrenalina a vuestras almas!"

¿cuál es mi rol?

Considero que lo menos que podemos hacer para honrarles es correr bien nuestra parte de la carrera. Y así, hacer que se sientan muy orgullosos de nosotros. Además, debemos procurar que se sientan amados y atendidos, y que hoy día siguen siendo parte de nuestra noticia y ministerio. Animamos a La Alianza puertorriqueña en pleno a sacar provecho de su sabiduría, procurando su consejo, haciéndoles parte, y asegurándose de que son escuchados. Visitémosles, y honrémosles, a la menor oportunidad que tengamos.  El Rev. Raúl Rodríguez y su equipo, confeccionarán anualmente algunas actividades extra curriculares para tan respetable población de líderes espirituales, pues deseamos dibujarles algunas sonrisas en el rostro. Seguramente usted conoce o tiene cerca suyo a algún obrero u obrera ya retirado, por favor siéntase comisionado a bendecir la vida de estos siervos y siervas de Dios, en nombre del Señor Jesús y de su denominación.